El pasado sábado 23 de enero en el campo de fútbol vejeriego producto quizás de la casualidad, se encontraron en el terreno de juego tres generaciones de porteros del Vejer Balompié: Navarrete, Jefry, Morillo y Germán.
Navarrete defendió los tres palos en los primeros años del Vejer Balompié, iniciando su andadura en el equipo rojillo a la par que este iniciaba su camino, en 1969, convirtiéndose en un portero muy recordado, una especie de mito hoy del Vejer Balompié.
Jefry va camino de serlo también, dado los años que acumula ya a sus espaldas vistiendo los colores del Club, comprometido al máximo y demostrando cada temporada su entrega y buen hacer: portero de casta.
A la zaga le viene Morillo, también destacando por su pundonor y saber estar. Siempre atento para cuando se le requiere a cubrir el marco del Vejer Balompié, equipo que también lo lleva en su más adentro.
Y, por ultimo, Germán, portero del juvenil, que viene forjandose que vendrá a sustituir más pronto que tarde a los dos anteriores. Portero llamado a cubrir una época en el primer equipo.
Navarrete vino a Vejer con las viejas glorias del Chiclana, para medirse a los Veteranos del Vejer Balompié, y tras el partido recibió un caluroso homenaje, en la sede social del Club, siendo otro ilustre veterano, Pepe Conesa, quien le hizo entrega de una insignia de la entidad.
Durante el partido, Jefry actuó de arbitro, y Morillo y Germán de auxiliares de línea. Pura casualidad que en el terreno de juego estuvieron presente tres épocas distintas de porteros, con medio siglo de diferencia de edad entre la primera y la última. Todo una anécdota.
